
Las Diez Capacidades Centrales que propone Martha Nussbaum, permiten a una persona llevar una vida digna y buena, es decir, no son satisfactores de necesidades en el sentido utilitarista, sino más bien principios éticos para una sociedad justa, para un orden político aceptable:
1. Vida. Poder vivir una vida humana de duración normal hasta su fin, sin morir prematuramente o antes de que la vida se reduzca a algo que no merezca la pena vivir.
2. Salud física. Poder mantener una buena salud, incluyendo la salud reproductiva, estar adecuadamente alimentado y tener una vivienda adecuada.
3. Integridad física. Poder desplazarse libremente de un lugar a otro; que los límites físicos propios sean considerados soberanos, es decir, poder estar a salvo de asaltos, incluyendo la violencia sexual, los abusos sexuales infantiles y la violencia de género; tener oportunidades para disfrutar de la satisfacción sexual y de la capacidad de elección en materia de reproducción.
4. Sentidos, imaginación y pensamiento. Poder utilizar utilizar los sentidos, de imaginar, pensar y razonar, y de poder hacer estas cosas de una forma realmente humana, es decir, informada y cultivada gracias a una educación adecuada, que incluye (pero no está limitada a) el alfabetismo y una formación básica matemática y científica. Ser capaces de hacer uso de la imaginación y el pensamiento para poder experimentar y producir obras auto-expresivas, además de participar en acontecimientos elegidos personalmente, que sean religiosos, literarios o músicos, entre otros. Ser capaces de utilizar la mente de maneras protegidas por las garantías a la libertad de expresión, con respeto a la expresión política, artística y de culto religioso. Ser capaces de buscar el sentido propio de la vida de forma individual. Ser capaces de disfrutar de experiencias placenteras y de evitar daños innecesarios.
5. Emociones. Poder tener vínculos afectivos con cosas y personas ajenas a nosotros mismos; amar a los que nos aman y nos cuidan y sentir pesar ante su ausencia; en general, amar, sentir pesar, añorar, agradecer y experimentar ira justificada. Poder desarrollarse emocionalmente sin las trabas de los miedos y ansiedades abrumadores, ni por casos traumáticos de abusos o negligencias. (Defender esto supone promover formas de asociación humana que pueden ser demostrablemente esenciales para su desarrollo).
6. Razón práctica. Ser capaces de formar un concepto del bien e iniciar una reflexión crítica respecto de la planificación de la vida. (Esto supone la protección de la libertad de conciencia).
7. Afiliación. A) Ser capaces de vivir con otros y volcados hacia otros, reconocer y mostrar interés por otros seres humanos y comprometerse en diversas formas de interacción social; ser capaces de imaginar la situación del otro y tener compasión hacia esta situación; tener la capacidad tanto para la justicia como para la amistad. (Esto implica proteger instituciones que constituyen y alimentan tales formas de afiliación, así como la libertad de asamblea y de discurso político). B) Teniendo las bases sociales del amor propio y de la no humillación, ser capaces de ser tratados como seres dignos cuyo valor es idéntico al de los demás. Esto implica, como mínimo, la protección contra la discriminación por motivo de raza, sexo, orientación sexual, religión, casta, etnia u origen nacional.
8. Otras especies. Ser capaces de vivir interesados y en relación con los animales, las plantas y el mundo de la naturaleza.
9. Capacidad para jugar. Ser capaces de reír, jugar y disfrutar de actividades de ocio.
10. Control sobre el entorno de cada uno. A) Político. Ser capaces de participar eficazmente en las decisiones políticas que gobiernan nuestras vidas; tener el derecho de participación política junto con la protección de la libertad de expresión y de asociación. B) Material. Ser capaces de poseer propiedades (tanto tierras como bienes muebles) no sólo de manera formal, sino en términos de una oportunidad real; tener derechos sobre la propiedad en base de igualdad con otros; tener el derecho de buscar un empleo en condiciones de igualdad con otros, ser libres de registros y embargos injustificados.
Estas 10 capacidades centrales han inspirado otros enfoques para medir el grado de Desarrollo Humano de un territorio más o menos amplio (comunidad, barrio, ciudad, país…) como el IDH (Índice de Desarrollo Humano) de Naciones Unidas, y se perfilan como una herramienta más realista y eficaz a la hora de comparar el desarrollo humano entre territorios, que las herramientas tradicionales inspiradas por la filosofía del Producto Interior Bruto (PIB), de corte económico. Se ha demostrado que el incremento del PIB en un país no sólo no reduce la pobreza del mismo, sino que paradójicamente provoca más destrucción de empleo, deteriora el medio-ambiente por sobre-explotación y genera más desigualdad social.
Los centros educativos, de modo inconsciente, hemos adoptado el modelo economicista inspirado en el PIB a la hora estudiar y definir el grado de desarrollo del contexto o área de influencia: solemos utilizar variables como el nivel socio-cultural de las familias, la renta de las mismas, los servicios disponibles, o los metros cuadrados de su vivienda, sin pararnos a pensar en otras variables importantes de las 10 capacidades como la participación política en su comunidad, su relación con el entorno bio-sistémico, sus relaciones de género, la igualdad de la mujer, o sus espacios para jugar y disfrutar de un ocio saludable. Puede ocurrir, y de hecho ocurre, que bajo el prisma de las 10 capacidades, un centro de clase alta en un barrio de nivel alto, salga con una puntuación más baja que un centro social de clase de media-baja en un entorno rural.
Desde estas reflexiones, he desarrollado una sencilla encuesta de 30 ítems (3 por cada capacidad) para realizar con padres y madres de familia, así como con personas relevantes del entorno del centro educativo, de cara a establecer un indicador más fiable del contexto educativo, en clave de Desarrollo Humano, y podamos comparar unos contextos con otros sin estar tan influenciados por los enfoques economicistas clásicos.
Esta herramienta forma parte del proyecto-marco de Educación para el Desarrllo Humano que actualmente implemento como consultor en todos los centros educativos Compañía de María de todo el mundo. Más información sobre el proyecto en este vídeo explicativo.