El pasado 24 de noviembre de 2015, César García-Rincón de Castro, estuvo en la Universidad de las Islas Baleares, impartiendo la conferencia "El Voluntariado como Escuela de Valores Humanos: 10 huellas de aprendizaje", dentro de las jornadas que organiza la Oficina de Cooperación al Desarrollo y Voluntariado de dicha Universidad, y que este año llevaban por título general "El Voluntariado como Escuela de Ciudadanía".
César García-Rincón, a partir de sus indagaciones cualitativas, basadas en entrevistas con voluntarios/as, observaciones sobre el terreno, lecturas de experiencias de voluntarios/as, y desde algunos marcos de referencia importantes para evidenciar estos aprendizajes, destacó las 10 huellas como un resultado de esas indagaciones, y al tiempo como una propuesta de acentos educativos en los procesos de voluntariado, incluso de indicadores de evaluación de dichos aprendizajes, para fomentarlos más, profundizar más en ellos y visibilizarlos más a la sociedad. En este sentido destacó que poco a poco en las memorias de las ONGs y ONGDs deberíamos incluir no sólo los datos cuantitativos sobre resultados económicos, número de horas de dedicación, personas atentidas o participantes, o número de voluntarios/as implicados, sino también los aprendizajes del voluntariado, a partir de narraciones de sus experiencias, cambios personales experimentados, modos de ver la realidad o transferencia del voluntariado a su modo de ser y estar en el mundo (familia, amigos, trabajo...).
Dado que el público era mayoritariamente joven, alumnos y alumnas de la Universidad, César García-Rincón, les animó no sólo a implicarse en el Voluntariado universitario, sino también a investigar y hacer proyectos fin de grado sobre esta materia (aprendizajes de valores y actitudes prosociales en el voluntariado), que es un campo muy poco investigado todavía, y tiene mucho que aportar y decir.
César García-Rincón, a partir de sus indagaciones cualitativas, basadas en entrevistas con voluntarios/as, observaciones sobre el terreno, lecturas de experiencias de voluntarios/as, y desde algunos marcos de referencia importantes para evidenciar estos aprendizajes, destacó las 10 huellas como un resultado de esas indagaciones, y al tiempo como una propuesta de acentos educativos en los procesos de voluntariado, incluso de indicadores de evaluación de dichos aprendizajes, para fomentarlos más, profundizar más en ellos y visibilizarlos más a la sociedad. En este sentido destacó que poco a poco en las memorias de las ONGs y ONGDs deberíamos incluir no sólo los datos cuantitativos sobre resultados económicos, número de horas de dedicación, personas atentidas o participantes, o número de voluntarios/as implicados, sino también los aprendizajes del voluntariado, a partir de narraciones de sus experiencias, cambios personales experimentados, modos de ver la realidad o transferencia del voluntariado a su modo de ser y estar en el mundo (familia, amigos, trabajo...).
Dado que el público era mayoritariamente joven, alumnos y alumnas de la Universidad, César García-Rincón, les animó no sólo a implicarse en el Voluntariado universitario, sino también a investigar y hacer proyectos fin de grado sobre esta materia (aprendizajes de valores y actitudes prosociales en el voluntariado), que es un campo muy poco investigado todavía, y tiene mucho que aportar y decir.