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Mostrando entradas de agosto, 2017

El credo de la formación, educación y capacitación (César García-Rincón de Castro)

En el inicio del curso escolar 2017-2018 en España, pero en definitiva este credo vale para cada día, os comparto estas reflexiones acerca de lo que yo entiendo que debe ser la formación hoy. ¿Por qué un credo? Sencillamente, porque es mucho más que unos rasgos o cualidades: las personas al final actuamos según lo que creemos . Si yo como educador no creo en esto que pongo aquí, si muestro dudas o manifiesto otras creencias que tal vez pueden ser erróneas o incongruentes entre ellas, debería reflexionar sobre ello y clarificar quién soy, qué hago aquí y qué quiero hacer. Un consejo : sería un buen ejercicio, inspirados en este credo (que es producto de mi experiencia formativa en muchos y varios proyectos formativos en los últimos años) que cada claustro o equipo docente, o formador/a, haga su propio credo y se comprometan, con algún tipo de símbolo, a estar inspirados por el mismo, revisándolo cada cierto tiempo, y poniéndolo visible en la sala de profesores o en los despach

El Corazón Domesticado: metáfora y dinámica de bienestar emocional

Todos sabemos que el lugar natural del pajarillo no es una jaula, sino la naturaleza, su propio ecosistema. Todos sabemos que un pajarillo está hecho para volar, para relacionarse con su entorno, emocionarnos con su canto o su bello plumaje, su forma de volar, aparearse y continuar su vida a través de otros, manteniendo su especie. Con el corazón, que simboliza a nuestros sentimientos y emociones, pasa un poco lo mismo: están hechos para volar, para ser expresados, para relacionarnos con el mundo, para emocionar a otros. El pájaro domesticado, renuncia a volar, renuncia a su función natural por vivir dentro de una jaula que le cobija y proporciona la comida que necesita. Pero pronto varias de sus funciones se atrofian y pierden su sentido, y al final no cumple el fin o misión para la que estaba creado. El corazón domesticado también se acomoda en un refugio del yo, en una jaula o círculo cerrado que le procura cierta estabilidad y supervivencia a la persona, pero que